El Gobierno les ha concedido la nacionalidad colombiana a varias personalidades

La reina de Jordania, Noor al Hussein, se convirtió en colombiana hace tres años.

La Reina Nor, de Jordania, el industrial español Jaime de Polanco, o el gastrónomo escocés Kendon McDonald, cuentan o aspiran a tener el pasaporte vinotinto.

En lo corrido de este año, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha recibido 114 solicitudes, de las cuales negó 3. A este ritmo, el 2006 podría cerrarse con más de 130, la cifra más alta de los últimos 4 años.

Las motivaciones son diversas: desde el afán que tenía un nonagenario costarricense de votar por Uribe en las últimas elecciones hasta la posibilidad de librarse de restricciones laborales y trámites migratorios, pasando por el puro amor a esta tierra.

Según una fuente de la Cancillería, el crecimiento de las solicitudes podría deberse a que al tema se le está dando la dimensión que merece. "En la década pasada, tramitar la nacionalidad colombiana tomaba hasta 5 años, mientras que el promedio de resolución de peticiones está actualmente entre 6 y 8 meses", afirma.

La periodista escocesa Marianne Ponsford, naturalizada el año pasado, está de acuerdo: "Colombia siempre había tenido una actitud muy cerrada hacia los extranjeros, en comparación con países como Argentina y México, y eso se traducía en trabas burocráticas. Afortunadamente, esto ha venido cambiando".

A pesar de haber vivido más de 20 años en el país, Ponsford, directora de la revista Arcadia, no cumplía con las condiciones para solicitar su nacionalización e incluso habría tenido que marcharse si el Estado no le hubiese concedido una exoneración.

De conformidad con la Ley 43 de 1993, el Presidente de la República puede eximir de los requisitos más importantes (demostrar domicilio en Colombia durante los 5 años previos a la solicitud y presentar la visa de residente) a extranjeros "que efectúan aportes significativos al progreso económico, científico, social o cultural de la Nación".

Este mecanismo es compartido por países como Francia, cuya legislación contempla además la nacionalización de militares extranjeros que prestan servicio en su Ejército y resultan heridos en acción. Alemania, en cambio, no concede naturalizaciones preferenciales y les exige a los aspirantes que renuncien a su nacionalidad original.

Es precisamente en la utilización de esta facultad discrecional del Ejecutivo donde mejor se refleja el interés por el temido pasaporte vinotinto. Mientras que en la administración Samper se concedieron menos de 5 de estos privilegios, y 8 en la de Andrés Pastrana, 42 personas han obtenido la nacionalidad 'exprés' desde agosto del 2002, cuando Álvaro Uribe llegó al poder.

"Yo venía con la idea de facilitar las cosas, porque creo que los inmigrantes enriquecen -explica desde Washington la ex canciller Carolina Barco-. Por eso durante los últimos 4 años hubo una política clara de fomentar la nacionalización de personas que se lo merecían como nadie: geógrafos, historiadores, artistas, literatos, la persona que difundió el método (colombiano) de las mamás canguro (Natalie Charpak, hija de un Premio Nobel de Física)... En general se trata de personas mayores, que han vivido en el país muchísimos años y que por todos los trámites que tenemos no habían podido sacar su ciudadanía".

En cuanto a la nacionalización de gente que no vive en el país, como la reina de Jordania, Noor al Hussein, y el presidente del grupo Prisa, Jaime de Polanco, la fuente del Ministerio la atribuye a "la seguridad que infunde el presidente Uribe y al consecuente estrechamiento de los lazos con países como España".

De hecho, los españoles ocupan el primer lugar de las naturalizaciones extraordinarias. De los 42 extranjeros exonerados del trámite ordinario por el actual Gobierno, 13 (el 31 por ciento) son súbditos del rey Juan Carlos. Les siguen los estadounidenses, con 6 casos, y los británicos, con 3.

El primero en la lista fue Miguel Ángel Bastenier, directivo del diario El País, y el último, Clemente Aguado, viceconsejero de Cooperación de la Comunidad de Madrid. Se espera que mañana tome juramento el gastrónomo escocés Kendon McDonald.

Entre los beneficiados también figuran la escultora griega Sofía Vari, esposa de Fernando Botero; Larry Smith, ex presidente de BellSouth Colombia; Andrew Dier, cofundador de Colombia Diversa (organización sin ánimo de lucro que trabaja por los derechos de los gays) y pareja de Virgilio Barco Isakson; el futbolista argentino Sergio Galván Rey, goleador del Once Caldas, y la venezolana Gabriela Febres Cordero, casada con Luis Alberto Moreno, presidente del BID.

Las nacionalidades de estos personajes no se corresponde con las de quienes siguen el trámite ordinario, encabezados por los ecuatorianos y los nativos del Oriente Medio (sobre todo libaneses, jordanos y sirios), que se arraigan principalmente en la Costa Caribe y en San Andrés.

Después vienen los cubanos y los chinos, buena parte de los cuales vive en el Eje Cafetero y está ligado al negocio de los restaurantes.

¿La tercera es la vencida?

No todos los aspirantes a colombianos tienen la influencia de Jaime de Polanco o la trayectoria de Jesús Martín Barbero. A estos extranjeros de a pie no les queda más remedio que seguir el procedimiento ordinario. Y a veces, más de una vez.

Musa Alí Yusef Awwad, un jordano de 67 años que llegó a Colombia en 1962 y que comercia mercancías en el centro de Bogotá, lleva seis años tratando de convertirse en paisano de su esposa y sus hijas.

Su sueño se ha estrellado contra los exámenes que la Gobernación de Cundinamarca les aplica a los extranjeros que viven en Bogotá y quieren ser colombianos. La primera vez, en el 2000, no pudo responder interrogantes como cuáles son los dos picos más altos del país y su altura aproximada. Hace dos años, en su segundo intento, ni siquiera presentó la prueba y su solicitud fue archivada.

Después de una tutela negada y de dirigirse a la Personería y finalmente al Presidente, su caso regresó esta semana a la Cancillería, que volverá a pedirle un paz y salvo de la Dian y un informe del DAS (que nuevamente le hará una visita sorpresa para ver cómo vive). Su gran esperanza es que ahora, por ser mayor de 65 años, no tendrá que someterse al examen de la Gobernación.

Colombianos por adopción

Kendon McDonald
Crítico gastronómico escocés

En su solicitud escrita dice que la visa de residente ya no le basta y subraya su papel en la búsqueda del reconocimiento que merece la cocina nacional. Mañana recibirá su carta de naturaleza.

Salud Hernández
Periodista española

"Tramité la nacionalidad por dos razones: puedo mantener la mía y me siento a gusto aquí (...) Una vez me hicieron esperar una hora entre Haití y República Dominicana por tener dos pasaportes".

Germán Efromovich
Accionista mayoritario de Avianca (brasileño)

"Entiendo la decisión (del Presidente de otorgarme la nacionalidad) como un respaldo a los proyectos de inversión que desde Synergy Group hemos venido adelantando en diferentes sectores de la economía nacional (2005)".

El vinotinto sí sirve

"Me gustaría viajar a Israel, donde vive mi familia, pero sin el pasaporte colombiano no puedo entrar porque el mío no es aceptado. Hace más de 25 años que no voy a ver a mis parientes".

Musa Yusef, comerciante jordano que quiere nacionalizarse.

BERNARDO BEJARANO G.
REDACTOR DE EL TIEMPO