Ideas sencillas para salvar el planeta

Medidas creativas.Plante un árbol, no arranque el carro hoy, cambie un bombillo, cierre el tubo, recicle y reutilice, no desperdicie, piense un poco antes de comprar... El ciudadano tiene más poder del que cree para que gobiernos y empresas den un giro.
“No son las cosas grandes las que marcarán la diferencia, sino los pequeños pasos que demos cada uno cada día”. Las palabras de Wangari Maathai, Nobel de la Paz en el 2004, son hoy nuestra apuesta en este año que comienza. Cambiemos el rumbo. Está a nuestro alcance.

Cada uno de nosotros tiene en sus manos más poder del que se imagina. Con sus pequeñas decisiones diarias –qué compra, dónde, cómo va a trabajar, cómo es su casa, por quién vota, dónde ahorra, qué come…– puede lograr que el planeta se recomponga.

Seguro ha escuchado (o pensado): “¿Para qué cambiar nuestros hábitos de consumo, si quienes realmente ostentan el poder siguen comportándose igual?”. Nos minusvaloramos. Si exigimos otros productos, otras actitudes, Gobiernos y empresas deberán adoptar otros registros.

Martin Luther King decía: “Si supiera que el mundo se acabará mañana, aun hoy plantaría un árbol”. No se piden grandes esfuerzos, ni siquiera renunciar a la comodidad. Y nada mejor que las palabras del economista alemán E. F. Schumacher: “Debemos vivir con sencillez para que otros, sencillamente, puedan vivir”.