Claudia Lozano representa a Colombia como imagen de Dolce & Gabbana

Claudia Lozano se va para Europa a representar a Colombia como nueva imagen de Dolce & Gabbana

Claudia Lozano estudió hotelería y turismo por eso sueña con tener y administrar un pequeño hotel en algún rincón de Colombia Andrés Anzola M. / Gonzalo Benavides M.
El armonioso cuerpo de Claudia Lozano la convirtió en el 2001 en la modelo revelación. Fue ahí cuando su carrera le exigió radicarse en Bogotá. Andrés Anzola M. / Gonzalo Benavides M.

Dejó su sueño de ser reina para convertirse en la modelo negra colombiana más cotizada del momento. Es una morena con una imponente belleza y derroche de sensualidad.

Aunque nunca la han discriminado por su raza, solo fuera del país logró ser parte de una gran campaña.

Es la mujer de ébano, con una perfección digna de las costas africanas, que mezcla el sabor heredado de sus padres chocoanos con la auténtica belleza de la mujer paisa. Sus 1.74 metros de estatura y su atractiva forma de caminar roban más de un suspiro y despiertan los mejores comentarios. Cuando Claudia Lozano entra a una pasarela, su cuerpo imponente y sus fuertes pisadas llenan el ambiente de color y sensualidad.

Pero quizás no hay nada más impactante que conocerla personalmente. Más allá de los cientos de fotos de su carrera profesional como modelo, su belleza natural, exótica y distinta no tiene comparación. Su mirada sencilla y serena encanta y su atractiva sonrisa cambia por completo el típico gesto vacío que adorna a la mayoría de las modelos.

Tal vez se deba a que lleva el modelaje tallado en el espíritu. Y eso que desde pequeña tenía claro que quería ser reina y soñaba con tener una corona, pero sus deseos iban más allá de un simple impulso infantil. Con la complicidad de su mamá se inscribió en la Academia Real de Modelaje, en Medellín, con la intención secreta de prepararse y poder llegar, con paso firme y 90-60-90 centímetros de optimismo, a Cartagena. Tenía tan sólo doce años, pero es que no había tiempo que perder. Mientras sus compañeros de colegio pasaban sus ratos libres en clase de natación o de fútbol, ella prefería ensayar insistentemente la coordinación de su movimiento de caderas con una mirada tranquila y penetrante.

Su constancia tuvo una prueba de fuego con el concurso de Miss Barbie Negra. Era la oportunidad perfecta para reflejar todo su talento, pero para sus compañeras y amigas era una competencia demasiado fuerte y 'La Negra' -como la conocen en el medio- era según ellas quien tenía la venia de los jurados. "Desmentí cualquier rumor y lo único que hacía era preocuparme por mis amigas. Era como una mamá: les ayudaba a arreglarse, a prepararse".

Y, paradójicamente, esa inclinación maternal fue la que le mostró su verdadero camino. "Ahí me di cuenta de que no sirvo para ser reina -afirma- porque simplemente no puedo competir. Pienso antes en los demás que en mí misma". No obstante, por su impactante e indiscutible belleza, el jurado le otorgó el título de Miss Barbie Negra. Pero para la muñeca de ébano esta fue la confirmación de que su vida estaba desfilando y no portando un cetro y una corona.

Su carrera de modelaje continuó hasta que, un día, el diseñador John Miranda vio en ella un talento sin explotar y le dio toda su confianza para abrir el desfile de su colección, 'África', en la feria de Colombiamoda, en Medellín. Ese fue el abrebocas de una exitosa carrera como modelo que sigue en ascenso. "Ese fue uno de los días más emocionantes de mi vida, porque por primera vez desfilaba en una gran pasarela. Mis anteriores trabajos habían sido más de academia", recuerda.

Su armonioso cuerpo la convirtió en 2001 en la modelo revelación. Fue ahí cuando su carrera profesional le exigió dejar de lado su familia y sus raíces paisas para radicarse definitivamente en Bogotá. Su casi metro ochenta de estatura, unas medidas que se acercan a la perfección (88-56-91) y un par de deslumbrantes ojos café que contrastan con el tono chocolate de su piel, logran que la presencia de Claudia Lozano cause impacto en las pasarelas del país. Y ella ayuda con un tesón y unas ganas desaforadas. "He luchado mucho por mi sueño, y he querido llegar más lejos de donde estoy ahora -dice-. Cada día sólo pienso en dar lo mejor de mí y eso me ha ayudado a estar en donde estoy".

No al racismo

Aunque no se quiera reconocer en público, existen arbitrarias y abiertamente racistas reglas en el negocio de la moda, en cuyas pasarelas tan sólo se ven un par de modelos negras. Por eso, desde que Claudia Lozano empezó a ganar notoriedad en el mundo de la moda, no es raro que la persiga la sombra de la exitosa top model Naomi Campbell. "No me disgustan este tipo de comparaciones -asegura ella-. Es una buena modelo a pesar de los problemas que tiene por su mal genio. Tiene mucho talento y por eso está donde está".

Por su parte, los expertos en el mundo de la moda ni siquiera se atreven a compararla, pues apuestan incluso a que la belleza de la paisa es superior. Más de diez años en la pasarela han hecho que sea la modelo negra más cotizada del país, una gran modelo, una mujer 10, que trasciende por su profesionalismo más que por su color de piel. "En cada escalón, en cada paso que doy, me siento orgullosa de mi raza porque estoy logrando cosas que para otros han sido difíciles. Me duele la discriminación y más cuando la población en nuestro país negra supera los cuatro millones de personas", advierte.

Para la diseñadora Beatriz Camacho, Claudia Lozano tiene todo lo que una modelo debe reunir. "Además de ser lindísima -opina- es disciplinada. Para otras el modelaje no es más que un pasatiempo, para ella es su profesión. Cuida su cuerpo y su mente. Le da fuerza a la pasarela: es como si saliera una bomba, el ánimo cambia y lleva la ropa con mucha autoridad". Por su parte, el diseñador Hernán Zajar sólo tiene palabras positivas. "Es una modelo con un potencial internacional grandísimo por su porte y glamour -dice-. Hay muchas modelos de su raza, pero Claudia es una negra fina y cuando en el país afirman que en publicidad las negras no venden, más que discriminación lo que hay es ignorancia".

Sin embargo, ni el reconocimiento de los colombianos como una de las mujeres más bellas, ni su actitud y profesionalismo en la pasarela han sido suficientes para que esta morena logre ser parte de una gran campaña de una reconocida marca. Y ella, diplomáticamente, protesta: "Me siento orgullosa de haber viajado recientemente a Madrid y participar en un casting entre 15.000 aspirantes de todo el mundo. Pero me da mucha tristeza de que me haya tocado irme fuera de mi país para lograr ser la imagen de una campaña como la de Dolce & Gabbana. ¿Por qué allá aprecian la raza negra y aquí no?".

Sin duda, es su logro profesional más grande y el mejor regalo que haya podido recibir ya que su elección se dio justo el día de su cumpleaños número 24, el pasado 19 de julio. Tuvo que desfilar, al ritmo de Sexy Back, de Justin Timberlake, en una discoteca de Madrid, España, con una sensual minifalda y todo el optimismo forrado en el cuerpo.

Fue un sueño que no creía que se iba a cumplir pero que, a diferencia del de ser reina, si resultó como todo un cuento de hadas. Dolce & Gabbana es apenas el primer escalón de una larga carrera en las pasarelas de Europa con las que sueña todos los días, para seducir con su belleza los lentes de los fotógrafos y robarse los titulares de las revistas especializadas.

Bella, exótica y... ¡soltera!

Como diría Celia Cruz en su canción, "cuando camina esa negra tiene su tumbao". Y eso que prácticamente no hace casi nada por mantener su línea. "Intento comer sano sin privarme de las cosas que me gustan -dice-. Me fascina el chocolate, es mi debilidad y como buena paisa tampoco me privo de una buena bandeja con fríjoles. Pero hago pilates todos los días y gracias a Dios tengo muy buena constitución".

Y eso se nota en cada músculo, en cada curva, en cada poro de la piel. Parece tan resistente como una deportista de alta competición. Pero su deporte es extremo: vivir pendiente de una apretada agenda, de las constantes llamadas a su celular, de los extenuantes viajes por todo el país y el exterior, de las eternas esperas en los aeropuertos y las pocas horas de sueño. Es el alto precio de un trabajo en el cual, sea como sea que se encuentre por dentro, hay que estar siempre lista y radiante por fuera.

Aunque cuenta con poco tiempo libre, le encanta ir a cine y disfrutar de la tranquilidad de la casa que se mantiene en perfecto orden merced a su excesiva manera de querer ver todo en su lugar: ama su hogar con un respeto rayano en la reverencia: allí juega, vive, ama, sueña y se siente segura. Aunque su profesión la obliga a viajar por medio mundo, Claudia Lozano no sería realmente feliz si no tiene un rinconcito que pueda llamar suyo.

Y aunque muchos de quienes la vean puedan pensar que se trata de una 'negra' parrandera y extrovertida, ella tiene la seguridad de que su espíritu romántico jamás pasará de moda. Los pensamientos de las novelas de Ángela Becerra se encargan de mantener su ilusión de encontrar algún día a su príncipe azul. No piensa en un lugar especial para enamorarse, sólo le importa la persona y la compañía para un momento perfecto. Hace parte también de esa generación de mujeres que no se conforman con triunfar en un campo. "Estudié hotelería y turismo y soy consciente de que la carrera de modelo es muy corta -reconoce-. Por eso sueño con tener y administrar un pequeño hotel en algún rincón de Colombia. Y estar felizmente casada y con dos hijos a mi alrededor".

Se nota en ella un marcado espíritu maternal. Es de esas personas que siempre están tratando de llenar a alguien con una buena comida caliente, o de protegerlo con el aire húmedo de la noche.

Algo inaudito en alguien que vive en el mundillo de las lentejuelas y los canutillos. Pero es que 'La Negra' siempre marca la diferencia. Sobresale por encima de las maniquíes anoréxicas o de las muy voluptuosas figuras de la mujer latina. Llena la pasarela con su actitud de fuerza y decisión. Su estatura se hace poca para la inmensidad y belleza que proyecta en el momento que sus pisadas se hacen dueñas de cualquier escenario. No cabe duda: 'la Negra tiene tumbao'.

Preguntas al rompe

Su palabra favorita
  • Amor
Su grosería favorita
  • No tengo

Que detesta de la gente
  • La hipocresía
Qué le apasiona
  • El cine
Un sonido favorito
  • El mar
Otra profesión
  • Hotelería y turismo
Qué le gustaría que Dios le dijera al llegar al cielo
  • Que me perdona
Música preferida
  • Salsa y el funky
El principal rasgo de su carácter
  • La calma
La cualidad que desee en un hombre
  • Sinceridad
La cualidad que prefiere en una mujer
  • Sencillez
Su principal defecto
  • Demasiado organizada
Un color
  • Azul
Una flor
  • Rosas
Un autor
  • Ángela Becerra
Un compositor
  • Missy Elliot
Su héroe de vida real
  • Mi papá


Por Alejandra Sánchez