Llegan los Tucano, nueva esperanza del Gobierno para ganar guerra a la subversión
Los dientes y los ojos de tiburón de estas máquinas fueron escogidos por los generales de la Fuerza Aérea. Algunos creen que es divertido.
El Estado invirtió US$ 234 millones para comprar 25 de ellos. Se espera que con su maniobrabilidad, fuerza, capacidad de carga, precisión y autonomía de vuelo, acorralen a las columnas guerrilleras.
Cuatro de esa naves, a las que alguien les pintó ojos y dientes de tiburón, ya están en el hangar más protegido de la base aérea de Apiay (Meta), parqueadas una al lado de la otra.
Su apariencia infantil, de dibujos animados, es una broma: en realidad, son máquinas para matar. Su eficacia está comprobada y por eso valen una fortuna: cada uno, cerca de 17 mil millones de pesos. Se llaman Tucano, como esas aves inofensivas que no saben cantar.
El mayor Cabra, uno de los oficiales escogidos para pilotearlos, comparte la certeza que tiene la Fuerza Aérea: con esos aviones se ganará la guerra. Está seguro de que será así, incluso pese a que la justificación para este nuevo gasto de 234 millones de dólares resultó ser la misma de hace dos décadas, cuando el Estado compró los aviones Mirage y K-Fir y prometió que con ellos lograría la paz.
Entonces, ¿qué tienen de especial los Tucano para que el Gobierno insista en que ellos servirán para acorralar a las columnas guerrilleras?
Según el mayor Cabra, estos aparatos tienen lo mejor de otros aviones de guerra: Si un K-Fir o un Mirage supersónico parecen automóviles deportivos, tipo Mercedes Benz o BMW, los Tucano se asemejan a un campero 4x4. No corren tanto, pero, a cambio, son más seguros y pueden meterse por casi cualquier parte.
El mayor González, otro de los pilotos escogidos para tripular el nuevo escuadrón, dice que estos aviones pueden despegar o aterrizar en pistas en mal estado, incluso en aquellas que no cuentan con personal de apoyo.
Es que, a diferencia de los famosos Mirage o K-Fir, los Tucano no necesitan una planta de energía externa para encenderlos, y hasta el piloto, si llegara a ser necesario, puede bajarse para proveerlo de combustible sin ayuda, igual que si tanqueara un carro en cualquier estación de servicio.
Dolor de estómago
La empresa que fabricó los aviones, la brasileña Embraer, asegura que los pilotos podrán bombardear campamentos guerrilleros bajo condiciones extremas, en noches de lluvia y hasta en medio de tormentas eléctricas. Las bombas lanzadas, dicen los fabricantes, siempre darán en el blanco, sin márgenes de error.
¿Qué se siente pilotear una máquina de guerra semejante, una cuyo éxito consiste en el alto número de muertes que produce?
El mayor Cabra dice que él no piensa en los muertos que causa. Él prefiere pensar en las vidas que salva. Entonces, recuerda tomas guerrilleras y emboscadas en las que soldados y policías salieron vivos gracias a él y a sus compañeros pilotos. No todas han sido victorias.
En las tomas a Miraflores y La Uribe, recuerda Cabra, no pudo permanecer todo el tiempo que quiso y debió regresar con su avión, lo que le permitió una ventaja a las Farc, que al final mataron y secuestraron a decenas de soldados. Nada parece más duro para un piloto de guerra que oír cómo le piden auxilio en tierra mientras él regresa a la base.
El mayor González también conoce esa sensación. Él recuerda soldados que le hablaron por radio desde el filo de una montaña para indicarle dónde disparar. Todavía le retumban en la mente sus gritos de auxilio, su llanto, su rabia y, al final, su quejido moribundo. Pero con los Tucano, insiste de pronto el capitán, todo será distinto y podrán acompañar a las tropas en tierra hasta por seis horas.
Él capitán Flórez, otro de los tripulantes escogidos por la Fuerza Aérea para el nuevo escuadrón, admite que lo único que los aviones nunca podrán ayudarles a resolver es el sentimiento de fatiga. Finalmente, sin importar qué tan costosa y moderna sea una máquina de guerra, quien la pilotea es un ser humano. Esa condición, a veces, resulta la más difícil de sortear.
Incluso, los pilotos más experimentados reconocen que el tremendo esfuerzo físico que se necesita para tripular un avión de combate les juega malas pasadas, como esa de orinarse en los pantalones, o peor. En esos casos, a pesar de contar con los instrumentos de navegación más modernos, estar equipados con bombas y ametralladoras y un fuselaje blindado, las misiones pueden venirse abajo.
No es broma: antes de partir en una misión de guerra, los capitanes van al baño. Quién lo creyera, eso puede representar la diferencia entre vivir o morir, incluso a bordo de un moderno Tucano.
Usan tecnología 'manos libres'
Los Tucano son fabricados en Brasil por la empresa Embraer. Una vez son entregados en la fábrica, pasan por un proceso de inspección y prueba.
Luego son pintados con esos dientes y ojos de tiburón que los generales de la Fuerza Aérea escogieron para, dicen voceros oficiales, "darles carácter de guerreros". El trayecto desde Sao Paulo, donde está la fábrica, hasta Colombia, toma dos días. El itinerario contempla Curitiba, Portobelo, Tabatinga y Bogotá.
Una vez en Colombia, son enviados a las bases donde operarán. Los capitanes seleccionados para tripularlos tienen, en promedio, 13 años de experiencia como pilotos de guerra. Algunos, incluso, vienen de tripular Mirage y K-Fir.
Justamente, parte del contrato firmado por el Gobierno con Embraer incluye la capacitación de los pilotos, que de cualquier forma se cumple en apenas dos meses, debido a su experiencia.
Los Tucano pueden volar hasta 5 horas y media sin necesidad de aterrizar. Cargan hasta 1.500 kilos en bombas y operan con una tecnología denominada "manos libres", que reduce las distracciones de los pilotos cuando disparan.
TEXTO Y FOTOS
JOSÉ ALEJANDRO CASTAÑO
ENVIADO ESPECIAL DE EL TIEMPO
VILLAVICENCIO
2 comments:
11:03 a. m.
muy interesante, me gusto
12:36 p. m.
colombia no deberia desperdiciar la plata en esos aviones---deberia pensar en un avion de mayor velocidad, alcance y maniobrabilidad,,,,con el fin de asegurar la soberania aerea,,,,,mientras q colombia desperdicia la plata en aviones q no superan los 600 km/h, venezuela tiene cazas sukhoi 30 mk, y los vecinos lainoamericanos tienen aviones supersonicos sofisticados,,,,,y los mirage-kfir y a37 q tenemos,,,ya son antiguos(30 años de antiguedad)))y no bastan para defender la soberania e imponer respeto en nuestro espacio colombiano,,,,,,una opcion seria los f-16falcon, f-4 phantom, a-10 thunderbolt II,
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