Indumil elabora un promedio anual de 60 millones de cartuchos para fusiles y pistolas. Felipe Caicedo / EL TIEMPO Indumil empezó a aplicar un estricto control al armamento que produce, que va desde anfo de colores hasta balas marcadas una por una.
Estas medidas se intensifican debido a que la capacidad productiva del 2006 superará la de años anteriores.
Los escándalos por el tráfico ilegal de armas oficiales, que en el pasado salpicaron a algunas unidades de la Fuerza Pública, así como el robo de munición y de explosivos en algunas zonas de orden público podrá ser controlado con más efectividad de ahora en adelante.
La Industria Militar Colombiana (Indumil) ha puesto en circulación balas, armas y explosivos con una identificación especial de seguridad, una especie de ‘huella’ que les permitirá a las autoridades establecer detalles de cada uno de esos elementos en caso de pérdida, robo o la comisión de algún delito.
En el caso de los explosivos, las 18 plantas de producción de Indumil, que proveen a militares, a la minería y a las firmas de infraestructura energética y vial, empezaron a fabricar el anfo de colores.
“Cada proyecto en Colombia, al que la Industria Militar suministra explosivos, tienen un color especial para tener el control sobre su uso”, dijo el gerente de Indumil, coronel (r) Carlos Villarreal.
En ese sentido, proyectos como el túnel de La Línea, la doble calzada Bogotá-Girardot o las minas de sal, carbón y esmeraldas, tendrán explosivos de diferentes colores.
Según el coronel Villarreal, si este material es hallado en un lugar diferente al de destino (en manos de grupos ilegales, por ejemplo), se podrá establecer de dónde provino la fuga.
En el caso de la munición y las armas, Indumil empezará a aplicar un sistema de identificación que permitirá suministrar a los entes investigativos, en menos de 6 horas, la información sobre el armamento. “Esto facilitará identificar los focos débiles en el sistema y control de seguridad”, señala Villarreal, y agrega que este sistema es pionero en el mundo, ya que cada bala tendrá un código único desde su ensamble, hasta su uso.
Tubos antiminas
Pero estas innovaciones no son las únicas. A partir del segundo semestre de este año, las tropas emplearán en el campo de batalla tres elementos indispensables.
Por un lado, municiones de largo alcance y equipos de orientación individual, (equipos infrarrojos) que les permitirán a las aeronaves ubicar a la tropa en operaciones nocturnas y evitar accidentes por fuego amigo.
También tendrán cargas dirigidas que permiten destruir minas, sin emplear técnicos antiexplosivos. Y por último, minitubos Bangalore, tomados del tradicional Tubobangalore empleado en la segunda guerra mundial.
Esta es una carga explosiva por segmentos, que se activa de acuerdo con el área de peligro que encuentren las tropas. La onda que genera su detonación puede destruir campos minados 500 metros a la redonda.
61 mil millones de pesos fue el aporte de impuestos que hizo Indumil en el 2005 para Bienestar Familiar, Fosyga y otras entidades, por la venta de armas a las Fuerzas Militares. Para el 2007, se calcula que la producción de fusiles, granadas y municiones aumentará por el incremento del pie de fuerza en las brigadas móviles.
Estas medidas se intensifican debido a que la capacidad productiva del 2006 superará la de años anteriores.
Los escándalos por el tráfico ilegal de armas oficiales, que en el pasado salpicaron a algunas unidades de la Fuerza Pública, así como el robo de munición y de explosivos en algunas zonas de orden público podrá ser controlado con más efectividad de ahora en adelante.
La Industria Militar Colombiana (Indumil) ha puesto en circulación balas, armas y explosivos con una identificación especial de seguridad, una especie de ‘huella’ que les permitirá a las autoridades establecer detalles de cada uno de esos elementos en caso de pérdida, robo o la comisión de algún delito.
En el caso de los explosivos, las 18 plantas de producción de Indumil, que proveen a militares, a la minería y a las firmas de infraestructura energética y vial, empezaron a fabricar el anfo de colores.
“Cada proyecto en Colombia, al que la Industria Militar suministra explosivos, tienen un color especial para tener el control sobre su uso”, dijo el gerente de Indumil, coronel (r) Carlos Villarreal.
En ese sentido, proyectos como el túnel de La Línea, la doble calzada Bogotá-Girardot o las minas de sal, carbón y esmeraldas, tendrán explosivos de diferentes colores.
Según el coronel Villarreal, si este material es hallado en un lugar diferente al de destino (en manos de grupos ilegales, por ejemplo), se podrá establecer de dónde provino la fuga.
En el caso de la munición y las armas, Indumil empezará a aplicar un sistema de identificación que permitirá suministrar a los entes investigativos, en menos de 6 horas, la información sobre el armamento. “Esto facilitará identificar los focos débiles en el sistema y control de seguridad”, señala Villarreal, y agrega que este sistema es pionero en el mundo, ya que cada bala tendrá un código único desde su ensamble, hasta su uso.
Tubos antiminas
Pero estas innovaciones no son las únicas. A partir del segundo semestre de este año, las tropas emplearán en el campo de batalla tres elementos indispensables.
Por un lado, municiones de largo alcance y equipos de orientación individual, (equipos infrarrojos) que les permitirán a las aeronaves ubicar a la tropa en operaciones nocturnas y evitar accidentes por fuego amigo.
También tendrán cargas dirigidas que permiten destruir minas, sin emplear técnicos antiexplosivos. Y por último, minitubos Bangalore, tomados del tradicional Tubobangalore empleado en la segunda guerra mundial.
Esta es una carga explosiva por segmentos, que se activa de acuerdo con el área de peligro que encuentren las tropas. La onda que genera su detonación puede destruir campos minados 500 metros a la redonda.
61 mil millones de pesos fue el aporte de impuestos que hizo Indumil en el 2005 para Bienestar Familiar, Fosyga y otras entidades, por la venta de armas a las Fuerzas Militares. Para el 2007, se calcula que la producción de fusiles, granadas y municiones aumentará por el incremento del pie de fuerza en las brigadas móviles.
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