Colombia quedó como único fabricante de los fusiles Galil y ahora los exporta a Israel

Este país le hebía entregado a la empresa nacional Indumil la licencia de producción y comercialización de esta arma.

Las razones: La demanda por el conflicto interno, así como la certificación por calidad de productos y competitividad de precios.

La necesidad de buscar una autosuficiencia en la producción de armamento, debido entre otras razones a la intensificación del conflicto, y ahorrar recursos estatales, llevó a la Industria Militar Colombiana (Indumil), a entrar en la onda de la fabricación de armas, convirtiéndola en la primera fabricante de fusiles Galil en el mundo.

Ahora, paradójicamente, este fusil que Colombia empezó a comprarle a Israel a finales de los 80, es exportado por nuestro país a esa nación, a tal punto que este año ya hay negociaciones cerradas por un millón de dólares.

Este giro en la producción tiene menos de un año y se dio luego de que Israel hizo una selección entre varias empresas internacionales para buscar proveedores. Indumil fue favorecida por la calidad del producto y competitividad de los precios. Pero Israel también tuvo en cuenta que algunas empresas cerraron líneas de producción del Galil para fabricar otras armas, aunque aún hay demanda del fusil.

En la decisión también pesó, según el gerente de Indumil, coronel (r) Carlos Enrique Villarreal, que el Galil es el arma de dotación de la Fuerza Pública en Colombia y que era una ventaja eliminar los trámites de compra e importación para suplir las necesidades de la tropa.

Empieza la fabricación

El proceso de transferencia de la tecnología arrancó con la adquisición de la maquinaria. Luego, Indumil seleccionó a un grupo de personas que viajó a Israel a recibir capacitación. Por último, un grupo de israelíes estuvo en Colombia para ajustar detalles. Ahora, Colombia es autónoma en la fabricación y tiene la licencia de producción y comercialización para el mundo.

El fusil Galil es un arma semiautomática, con calibre 5.56; tiene capacidad de disparar tiro a tiro o en ráfaga; pesa 3,5 kilos, el proveedor tiene 35 proyectiles, es resistente al agua, el sol y las temperaturas bajas y tiene un costo comercial de un millón 800 mil pesos.

Pero la mayor novedad que presenta el fusil fabricado por Indumil, es que con tecnología criolla creó un Galil con lanzagranadas.

“Vimos la necesidad de que la tropa tuviera al mismo tiempo, además del arma de dotación, otra de defensa, así que nuestros ingenieros sacaron la nueva versión que ya está lista para ser comercializada en Colombia y el exterior”, señaló el coronel Villarreal.

Colombia también está produciendo granadas para mortero y de fragmentación, que antes eran importadas desde Sudáfrica. Además, Israel hizo transferencia de tecnología para fabricar lanzagranadas de 60 milímetros.

Pero la prueba de fuego para Indumil será la fabricación de bombas (ver: ‘Tambíén fabricarán...’), que ayudará a disminuir el gasto militar.

40 millones de dólares es la suma que anualmente le ahorra Indumil al Estado colombiano, mediante la sustitución de importaciones, al fabricar en Colombia armas y municiones que hasta el 2004 se estaban adquiriendo en Sudáfrica, Israel y otros países.

También fabricarán bombas para las Farc

Las armas que fabrica e importa Colombia lo han ubicado en un lugar significativo de productividad en el ámbito hemisférico. Ahora su gran reto será la producción de bombas de 100 libras para las aeronaves de combate de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC).

Así como la demanda de armas y munición creció con el aumento del pie de fuerza, también aumentó la necesidad de armamento pesado para las aeronaves que posee la FAC y los nuevos Tucano.

Pero lo más urgente para el Estado es reducir los costos de importaciones por este rubro.

Las nuevas bombas serán con tecnología colombiana y, según Indumil, tendrán menos efectos colaterales.

REDACCIÓN JUSTICIA
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